Category: Sociedad

  • Nuevas soluciones a viejos problemas: teatro contra el acoso y la discriminación en las escuelas

    Nuevas soluciones a viejos problemas: teatro contra el acoso y la discriminación en las escuelas

    Según un informe reciente de la Organización Mundial de la Salud, Rumanía ocupa el tercer lugar en Europa en cuanto al fenómeno del bullying. La legislación rumana define el acoso escolar como la acción o serie de acciones físicas, verbales, relacionales y/o cibernéticas, en un contexto social difícil de evitar, realizadas con intención, que implica un desequilibrio de poder, tiene como consecuencia la ofensa a la dignidad o la creación de atmósferas intimidatorias, hostiles, degradantes, humillantes u ofensivas y apunta a aspectos de discriminación y exclusión social. Al mismo tiempo, los estudiantes romaníes siguen enfrentándose al fenómeno de la segregación en las escuelas, aunque el Parlamento aprobó hace mucho tiempo una ley que lo prohíbe.

     

    Hay, sin embargo, personas que optan por poner sus habilidades y experiencia al servicio de resolver este problema mediante métodos menos convencionales. Durante el mes de septiembre, la Asociación Acting Works realizó una gira por cinco escuelas de cuatro comunidades vulnerables (Mizil, Giurgiu, Ciorogîrla y Câmpina, todas del sur de Rumanía), apoyando las representaciones del espectáculo teatral “Vi me som rom / Yo también soy gitano”, una obra que muestra lo que significa ser gitano en Rumanía, a través de la lente de tres historias de la vida real.

     

    Andrei Șerban, actor y fundador de Acting Works, lleva 17 años de teatro social, y lo que le animó a montar la obra y emprender esta gira con el equipo fue su experiencia de vida, como un gitano “invisible” (persona de roma – grupo étnico que no puede identificarse como tal basándose en características físicas):

     

     “Estuve ‘en el armario’ hasta los 20 años aproximadamente. Tenía miedo de ser discriminado y cuando asumí la etnia gitana me di cuenta de que quería hacer un espectáculo. Escucho muchas cosas racistas porque la gente no se da cuenta de que soy gitano. Entonces, este programa también está hecho un poco por frustración, pero también para dar algunas herramientas a las personas que enfrentan el racismo, pero también a las personas que presencian eventos racistas: para saber cómo actuar o reaccionar”.

     

    Mădălina Brândușa, actriz y parte del equipo de Acting Works, dice que una de las razones por las que eligieron actuar en comunidades desfavorecidas es su falta de acceso al teatro y a los productos culturales, en comparación con el público educado de Bucarest. Agrega que entre los adolescentes que vieron la representación, hubo muchos para quienes fue su primer encuentro con el teatro.

    Cuando se le pregunta cómo recibieron el programa los estudiantes y profesores, Andrei responde:

     

    “Lo construimos con mucho humor porque no queríamos duplicar la presión que ocurre y de alguna manera se adapta al lenguaje que usan los adolescentes y el feedback al final cuando tenemos las charlas posteriores al espectáculo es que se reconocen en los personajes. Muchas alumnas y muchos estudiantes de etnia gitana asumieron su identidad por primera vez, lo que nos hace muy felices, porque también era uno de los desafíos del espectáculo”.

     

    Los dos agregan que no les invaden las emociones antes de cada espectáculo, dado que tiene un tono de crítica hacia el profesorado. No es el primer año ni la única actividad antibullying que los actores realizan en colegios e institutos. En años anteriores, junto con los estudiantes, crearon varios vídeos sobre el acoso escolar, uno de los cuales ha sido visto más de un millón de veces hasta ahora. Mădălina Brândușa explica que, para ello, durante 3 meses, realizaron una serie de talleres con alumnos de escuelas ubicadas tanto en zonas rurales como urbanas, preguntándoles cuáles son los problemas más apremiantes que enfrentan. Cuando se le pregunta qué creen que podrían hacer mejor la escuela y las autoridades para combatir el fenómeno del acoso escolar, Mădălina responde:

     

    “Lo que nos dimos cuenta a nivel escolar es la enorme necesidad de tener en el currículum una hora semanal de educación anti-bullying, talleres de teatro que trabajen en este ámbito, sobre relaciones saludables, educación sexual específica por grupo de edad. Uno es para hacerlo en los grados I-V y otro es en secundaria y preparatoria. Tiene que ser algo constante, no pasa nada extraordinario si vas una o dos veces al año”.

     

    Andrei cuenta lo que le disgustó cuando recientemente los invitaron a una conferencia junto con profesores, autoridades, representantes de la policía, trabajadores sociales, abogados y consejeros escolares:

     

     “Desde mi punto de vista, es necesario cambiar un poco el enfoque. Estamos en el punto en que el enfoque es punitivo. Me sorprendió desagradablemente ver que se discutía en términos de víctima versus agresor, pero de alguna manera, para corregir su comportamiento, no debían ser vistos como agresores. Tenemos que darnos cuenta de que están en una edad y que hay algunos problemas detrás, problemas que generalmente son sistémicos y que se reducen al acceso desigual a los recursos. Hay personas que no tienen acceso a terapia, incluidos los padres. Debería haber intervención en la familia, debería ser gratuita: acceso a terapia, a un psicólogo, para ir a ver qué está pasando. Al tener violencia en la familia, más a menudo, pero no exclusivamente, en entornos precarios, aquí tenemos que intervenir de alguna manera”.

     

    Las víctimas del bullying, así como quienes lo perpetúan, están expuestas a problemas emocionales y sociales, depresión, baja autoestima, bajo rendimiento escolar, ansiedad y muchos otros, problemas que pueden continuar por mucho tiempo y marcar la vida de una persona. Un estudio demostró que las víctimas de acoso infantil tenían 4,3 veces más probabilidades de experimentar un trastorno de ansiedad en la edad adulta en comparación con aquellos que no habían tenido esa experiencia. Además, aquellos que habían desempeñado tanto el papel de víctima como el de perpetrador se enfrentaban a un riesgo 14,5 veces mayor de desarrollar trastorno de pánico en la edad adulta. Andrei también cree que los estudiantes no tienen suficientes oportunidades para trabajar en equipo y hacer amigos como socios. Cree que no tenemos profesores capacitados para “enseñar” la empatía y formar en los alumnos la capacidad de sentir lo que siente el otro:

     

     “Me parece que la escuela está en un área muy competitiva y los estudiantes no tienen materias o actividades en las que puedan trabajar juntos, hacer algo juntos, conocerse, hacer amigos. Nuestro ejemplo fue que pusimos en la misma clase y de diferentes años tanto a las víctimas, como a los agresores, y a los que recibieron acoso y a los que dieron. Trabajando juntos durante tres meses, comenzaron a hacerse amigos, a darse cuenta de que, de hecho, actuar requiere confiar en su colega, y luego se hicieron amigos. Creo que actividades como esa faltan en las escuelas”.

     

    (Versión española Simona Sarbescu)

  • Sociedad: «Sustenlandia», sobre el futuro que se ha convertido en presente

    Sociedad: «Sustenlandia», sobre el futuro que se ha convertido en presente

    En «Sustenlandia», conferencia organizada en Bucarest por la asociación Embajada de la Sostenibilidad en Rumanía, se habló de cómo el capitalismo a la antigua usanza, que rinde culto al beneficio por considerarlo el único elemento justificador del espíritu empresarial – la razón de ser de cualquier empresa -, ha acabado con su existencia, y quienes se nieguen a adaptarse a las nuevas normas quedarán fuera. Los oradores afirmaron que, a causa de la crisis climática actual, con temperaturas cada vez más extremas y efectos palpables en la vida cotidiana, las empresas deben asumir responsabilidades que vayan más allá del departamento financiero. Responsabilidades que se extienden al bien de las comunidades humanas a las que sirven y al medio ambiente afectado.

    Junto con representantes de algunas de las mayores empresas de Rumanía, subieron al escenario tres voces de renombre mundial en materia de sostenibilidad. John Elkington es una de ellas. Apodado «el padrino de la sostenibilidad», es una autoridad en responsabilidad corporativa. Ha escrito más de 20 libros de referencia y cuenta con más de medio siglo de experiencia en este campo. Sobre la situación actual en Rumanía en cuanto a la sostenibilidad del funcionamiento de las empresas, el experto afirmó lo siguiente:

     

    «En Rumanía, la explotación petrolífera es un tema que ha generado y sigue generando mucha conflictividad. La agricultura es otro ámbito en el que conviven quienes practican una agricultura intensiva con pesticidas y fertilizantes, y quienes se orientan hacia métodos ecológicos. Me resulta muy difícil generalizar, pero, por lo que he visto en el evento de hoy y por los debates a los que he asistido o en los que he participado, estoy sorprendido, realmente sorprendido, porque el nivel de debate, al menos en algunas de las redes que hay aquí, es mucho más avanzado de lo que imaginaba».

     

    Para quienes no pertenecen al mundo de los negocios, el mercado empresarial rumano todavía parece basarse en una mentalidad de suma cero. A la pregunta de qué opina al respecto, John Elkington respondió:

     

    «Es perfectamente comprensible que, en un país como Rumanía, con una economía como la suya, que ha salido de un periodo en el que se entendía de forma muy distinta lo que significaba el valor y cómo debía crearse, la gente se haya esforzado por demostrar que puede obtener beneficios que atraigan a los inversores y, en última instancia, al mundo. Pero creo que, si nos fijamos en otras partes del mundo, lo que despertó a la gente en las primeras etapas de la evolución de esta agenda de cambio fueron los desastres. Fueron las cosas que salieron mal. Fueron las emergencias. Y he trabajado muy a menudo con empresas que, o bien lo han sentido en carne propia, o bien han visto a otras empresas de su sector atravesar problemas realmente graves. Sin embargo, mientras tanto, las cosas han cambiado y es posible que también hayan cambiado en Rumanía. Las empresas, en lugar de considerar el cambio solo como una gestión del riesgo, empiezan a darse cuenta de que en realidad se trata de las oportunidades del futuro, de lo que querrán los mercados. ¿Cómo podemos adelantarnos a los demás? ¿Cómo podemos servir a nuevos tipos de consumidores, nuevos tipos de clientes, nuevos tipos de inversores, etc.? Pero no todo el mundo pensará o actuará así. Muchos de los que dirigen empresas tradicionales, puramente orientadas al beneficio, no cambiarán, sino que esperarán a jubilarse o a fallecer. Por lo tanto, la pregunta es: ¿cómo podemos acelerar el proceso para que los jóvenes ocupen puestos importantes y luego de liderazgo? Porque, en general, los jóvenes tienden a ser más conscientes del mundo que les rodea».

     

    Los debates fueron moderados por Charlie Cox, fundador de una empresa británica que ayuda a los directivos a adoptar la mentalidad empresarial necesaria para hacer frente al cambio climático. A la pregunta de qué fuerzas están motivando a la gente a reformar el modo en que dirigen sus empresas, poniendo el medio ambiente en primer lugar de la lista de prioridades, Charlie Cox respondió:

     

    «A menudo, cuando pensamos en el cambio, pensamos en cómo hacer las cosas, en términos de acción. También tenemos que considerar la motivación. La motivación es la primera de las tres y consiste en conectar con los valores inherentes e intrínsecos de las personas, su propósito, su sentido más profundo del propósito, podríamos decir su fibra moral. Hablamos de aprovechar esa parte que existía en las personas cuando tenían cuatro años y querían ser astronautas, ese sueño, esa pasión, ese sentimiento de querer rescatar a una mariquita de una hoja y liberarla. Esa parte de nosotros sigue viva, pero como adultos la hemos reprimido y es muy importante volver a acceder a ella. Sería idealista si no mencionara otras dos cosas: la rareza y la relevancia, que son casi dos caras de la misma moneda. Una de ellas es, y lo digo con cautela, activar el sentido del miedo, de la amenaza de que algo va a pasar si no haces un cambio. ¿Qué riesgo corre su empresa si se queda parada y no hace nada? Podemos hablar, por ejemplo, de esas viejas empresas de hace 30 años que pensábamos que iban a existir para siempre y que ahora están completamente obsoletas a causa de los cambios tecnológicos. Se trata, pues, de recordar a la gente que o se adapta a las nuevas exigencias o se quedará atrás.  La otra cara de la misma moneda es la relevancia, es decir, ayudarles a sentir que seguirán siendo relevantes y formarán parte de un movimiento de cambio si ellos también deciden cambiar. Es la misma moneda porque, en lugar de quedarse atrás, tienen la oportunidad de unirse al cambio. Pero aquí necesitamos datos de tendencias; tenemos que decir a la gente: “No hagas algo fuera de lo común o inaudito a menos que quieras ser pionero. En realidad, formas parte de una ola de empresas que avanzan en la misma dirección”. Eso crea una sensación de seguridad, de pertenencia, de que no te van a despedir como director general porque, en realidad, te estás moviendo en la dirección en la que se mueven todos los demás y estás a salvo».

     

    Wayne Visser, que forma parte de la lista de los 100 líderes del pensamiento en comportamiento empresarial digno de confianza de la Escuela de Harvard, fue el tercer invitado residente fuera de Rumanía. Visser cree firmemente que ningún hombre por sí solo puede cambiar el mundo, sino que cada hombre puede cambiar el mundo dentro de su esfera de influencia:

     

    «Creo que aquí es donde la acción local puede ser extremadamente poderosa. Si nos fijamos en lo que han hecho algunos alcaldes a nivel municipal en materia de cambio climático, ha sido mucho más eficaz que lo que han hecho algunos gobiernos nacionales o algunas colaboraciones internacionales. Y con razón, porque ellos (los alcaldes) pueden ver el impacto a nivel local, a menudo tienen más poder para tomar decisiones y aplicar soluciones, y simplemente les resulta más fácil gestionar el problema y la solución. Aunque necesitamos actuar a todos los niveles y todos debemos trabajar juntos, no creo que debamos esperar a tener una legislación ideal y a que todo el mundo esté de acuerdo. Ya saben lo que se dice: no dejemos que la perfección sea una barrera para el cambio».

    Versión en español: Victoria Sepciu

  • Patrulla Apícola Urbana

    Patrulla Apícola Urbana

    Bucarest podría considerarse, literalmente, una enorme colmena. Entre muros de hormigón y árboles que se podan cada temporada, hay abejas con panales, insectos sin identidad. Decenas de miles de abejas encuentran refugio en los conductos de ventilación de los bloques de pisos, en los áticos de las casas, incluidos los edificios patrimoniales, en hospitales, embajadas, ministerios, parques y cementerios.

    Cada semana, los operadores de emergencia del 112 reciben peticiones de ayuda de personas que quieren deshacerse de estos insectos. Por eso, se creó la Patrulla Apícola Urbana, un grupo de apicultores voluntarios que protegen tanto a las personas de las abejas como a las abejas de las personas. Básicamente, la Patrulla Apícola es una interfaz entre los ciudadanos y los apicultores formados para intervenir y extraer enjambres de abejas no deseados o que se instalan en lugares inadecuados de la ciudad, algunos de ellos insólitos, explica Marian Pătrașcu, fundador de la Patrulla:

     

    «Cada situación, aunque parezca idéntica a otra, tiene una peculiaridad. Por regla general, el enjambre de abejas se reúne en una rama. Nos llamaron de la Catedral Nacional, donde hay tres anillos que adornan el edificio a 50 m de altura y al menos tres entradas. Tres enjambres de abejas fueron descubiertos por los trabajadores y solo pudimos constatar su presencia allí. No era posible alcanzarlos y los dejamos allí, porque somos apicultores y no matamos a las abejas. También nos impresionó lo que vimos que hacían a 50 metros más arriba. Desde luego, no pueden hacer ningún daño. También hay muchas familias de abejas en el edificio del Parlamento, que trabajan allí incansablemente. Cuando hay grupos de abejas que se desprenden del enjambre, nuestros compañeros los recogen. En un bloque de pisos de Calea Victoriei, el panal central medía 1,80 m de altura, así que llevaba allí al menos cinco años. No habían molestado a nadie. En una casa abandonada de Plumbuita, había 20 panales. En algún lugar cerca de Bucarest, en una ventana en desuso, había unos 100 kg de miel en panales. Es una pena que algo tan valioso se pierda y no se valorice».

     

    Puede parecer paradójico, pero las abejas viven más felices en el ajetreado Bucarest, porque reciben alimentos más limpios que sus congéneres del campo. Esto se debe a que los espacios verdes urbanos, que son muchos, no están envenenados con pesticidas o herbicidas. «El entorno urbano se ha vuelto extraordinariamente acogedor para las familias de abejas. Aquí encuentran una fuente permanente de alimento y néctar, tienen flores todo el tiempo, en parques, plazas, en todos los arreglos florales que se cambian y riegan constantemente desde la primavera hasta finales de otoño», explicó Marian Pătrașcu:

    «En las grandes ciudades, a las abejas les va extraordinariamente bien, porque las autoridades garantizan un entorno de floración permanente, se cambian las flores y se riegan, aunque no haya precipitaciones, lo que ya no ocurre en las zonas rurales. Lo decimos cada vez que nos llaman para intervenir: el medio urbano se ha convertido en un paraíso para las abejas en comparación con el campo, porque las flores son extremadamente limitadas, el exceso de escarda, la sequía, el cambio climático… Todo ello ha contribuido a que el campo esté en malas condiciones y lo urbano es una alternativa».

     

    La Patrulla Apícola Urbana, a través de su fundador, insta a los habitantes de Bucarest a que no intenten ahuyentar a las abejas por su cuenta, sino que pidan ayuda.

     

    «Que avisen a las autoridades. Llevamos ya 6 años trabajando en Bucarest, en la zona limítrofe de Ilfov y más allá. A través de nuestra página web hemos intentado mostrar a la gente que esto es normal. Las abejas pueden ser nuestras amigas y debemos comportarnos como tal. Sin ellas no hay vida. Es muy sencillo: los ciudadanos pueden llamar a las autoridades, a un apicultor o directamente al servicio de emergencias 112, así la información llega a nosotros y tomamos las medidas adecuadas. Durante el período de enjambrazón, se registran una media de 30-40 situaciones señaladas cada día, que pueden alcanzar 100 llamadas solo en Bucarest y la zona limítrofe de Ilfov en el período punta. Casi todas se resuelven. Para nosotros, lo más importante es proteger tanto la vida de los ciudadanos como la de los apicultores que intervienen. No cabe duda de que los grupos de abejas se pueden instalar en otros lugares. Según nuestros datos, nunca han causado problemas, salvo donde han sido molestadas».

     

    En cambio, ¿por qué no?, conviviendo con las personas, la miel de las abejas de la capital podría convertirse en una marca ciudad. Marian Pătrașcu:

     

    «En esta zona, al otro lado del Danubio, hasta Heródoto decía que no se podía penetrar en la multitud de enjambres de abejas. No olvidemos que durante cientos de años se pagó tributo en miel, cera y otros productos. Tres de cada cinco casas tenían colmenas en sus jardines traseros. Ahora, en estos momentos, al menos en los últimos 30 años, existe este miedo exacerbado e  injustificado a las abejas. Repito, debemos actuar con normalidad, las abejas forman parte de nuestras vidas y tenemos que aprender a convivir con ellas».

     

    Una cliente de la Patrulla Apícola Urbana probó la miel «salvaje» de Bucarest y dijo que lo único distinto es el color, más claro que el de la miel regular, que todos conocemos, y que está muy buena.

    Versión en español: Victoria Sepciu

     

     

  • La sociedad civil apoya la educación en los pueblos

    La sociedad civil apoya la educación en los pueblos

    Han aprendido recientemente a hacerlo a través de organizaciones no gubernamentales que, a su vez, consiguen movilizar a diversos patrocinadores.

    Un ejemplo es la asociación Bookland, que ha logrado mejorar una situación que los rumanos llevaban muchos años lamentando: el estado de las escuelas rurales, llenas de humedad, sin instalaciones modernas y situadas en edificios inadecuados. En sólo cuatro años, Bookland ha renovado y equipado 80 escuelas y guarderías. El impulso surgió de las estadísticas de abandono escolar masivo en las zonas rurales. Y las razones del abandono escolar se combinan con el descuido de los edificios escolares, según considera Mihaela Petrovan, presidenta de la asociación Bookland:

    «Desde el punto de vista educativo, la situación en las zonas rurales es grave. Por ejemplo, uno de cada dos alumnos no va a la escuela secundaria después del 8º grado. Y, de todos modos, en Rumanía, uno de cada cuatro alumnos del pueblo no hace el bachillerato. Así que es difícil, pero no nos rendimos. Con el espíritu de cualquier activista cívico, como somos nosotros, seguimos luchando y avanzando, teniendo un sueño, siendo quizá un poco ingenuos, un poco locos, valientes y creyendo que se puede hacer, aunque no sea fácil. Y por eso estamos empezando, después de cuatro años de renovar escuelas en todos los distritos del país, excepto Ilfov, donde, por cierto, llevamos mucho tiempo buscando una escuela, pero parece que absolutamente todas, animadas por la Inspección Escolar Distrital, han solicitado fondos europeos ¡Bravo por ellas! Pero en Bookland tenemos una fórmula especial. Y creo que, si hemos conseguido hacer lo que hemos hecho con dinero rumano donado por empresas locales e internacionales o multinacionales, creo que podemos arreglárnoslas».

     

    Pero el mayor logro de Bookland ha sido unir a las comunidades locales, a menudo aletargadas, cuenta Mihaela Petrovan, presidenta de Bookland, que explica cómo se ha trabajado en cada zona:

    «Tenemos entre 1 y 6 escuelas renovadas en cada distrito. La media es de dos por distrito, pero hay distritos como Vrancea con seis escuelas y guarderías renovadas. Nos alegramos de que allí hayamos tenido un cambio que se perpetúa. Es decir, de donde en el momento de nuestra llegada toda la comunidad estaba quizá en un estado de letargo, harta de mentiras y promesas, resignada, al hecho de que conseguimos implicar a absolutamente todo el mundo allí. Los padres cocinaron una comida caliente para los trabajadores, los estudiantes se implicaron y pintaron la valla, las paredes, creando diversos diseños. Así que nos implicamos de pequeños a grandes, los curas, el médico del pueblo, el panadero. Todo el mundo contribuyó».

    Y de estas actuaciones se percatan, en primer lugar, los lugareños, como una madre del distrito de Neamt, a la que también recuerda Mihaela Petrovan:

    «Una mamá dijo algo tan bonito: “¡Qué bonito ver Rumanía unida por nuestros hijos!” cuando vio la placa con los nombres de todos los patrocinadores que contribuyeron directamente a esa escuela, unos 40-50 nombres. Es una madre de Păstrăveni, en el distrito de Neamț. Me impresionó y me di cuenta de que tenía razón, porque llevamos a la escuela entre 150 y 200 paquetes de bienes procedentes no solo de Neamt, sino también de Arad y Bihor. Los bienes llegaron allí y pudimos movilizar a las empresas para que redirigieran productos o dinero para poder pagar la mano de obra. Movilizamos a los ayuntamientos locales para que contribuyeran. Y deben saber que la mayoría de ellos contribuyeron con el dinero que recaudaron de los impuestos locales, así que ni siquiera dinero del presupuesto estatal, la parte del ayuntamiento fue en realidad contribución de los miembros de la comunidad. Estamos orgullosos de que este trío de éxito –empresas, ayuntamientos y comunidad– funcione sin dinero europeo».

    El siguiente paso que prepara Bookland es apoyar la enseñanza profesional dual, es decir, aquellos cursos que forman a trabajadores en diversos campos requeridos por empresas o agentes económicos dispuestos a invertir en la formación de estos estudiantes. Según Mihaela Petrovan, este sería el primer campus preuniversitario del sistema dual y podría construirse en el distrito de Argeș, en la aldea de Vulturești. Este tipo de espacios son necesarios en nuestro país.

    Según el más reciente informe de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE), la enseñanza profesional y técnica es más popular en Rumanía que en otros países: el 32% de los alumnos rumanos de entre 15 y 19 años está matriculado en este tipo de enseñanza secundaria.

  • Apoyo a los niños refugiados de Ucrania

    Apoyo a los niños refugiados de Ucrania

    Más de dos años después de la invasión rusa en Ucrania y de las primeras oleadas de refugiados ucranianos que encontraron a Rumanía desprevenida, pero con muchas ganas de ayudar, ya se han desarrollado herramientas para la integración de estas personas a largo plazo. La ONG Save the Children contribuyó a este esfuerzo desde el principio y descubrió cuáles son los principales problemas de los refugiados. Según los datos obtenidos del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados, desde el inicio de la crisis hasta ahora, unos 5 245 000 ciudadanos ucranianos han entrado en Rumanía, y Save the Children ha apoyado a unas 354 700 personas, de las cuales casi 180 000 son niños. De hecho, casi la mitad de los refugiados son niños que llegaron aquí, principalmente con sus madres y abuelas, cuyas principales preocupaciones son la falta de ingresos estables procedentes de un trabajo y la barrera del idioma.  Por lo tanto, hoy en día, la necesidad de una mayor integración de estas familias se ha convertido en una prioridad en comparación con el primer período de la guerra, comenta Leonard Andreescu, director de proyectos de la organización Save the Children.

     

    «En febrero lanzamos un cuestionario que las personas de Ucrania que recibían asistencia rellenaban y destacaban ciertas necesidades. La necesidad de ayuda financiera se produce con bastante frecuencia, en al menos el 23% de los encuestados, y luego el apoyo para el acceso a los servicios médicos y a los cursos de lengua rumana. Se han creado bastantes servicios en el sector no gubernamental. Lamentablemente, la cobertura de la necesidad de cursos de rumano y servicios extraescolares para los niños por parte de las autoridades sigue siendo insuficiente. Generalmente, esto es solicitado por madres solteras que no tienen a nadie con quien dejar a sus hijos para ir a trabajar. Si nos fijamos en las estadísticas y en lo que surgió de esta encuesta sociológica que desarrollamos, vemos que los porcentajes están de alguna manera correlacionados: la necesidad de extraescolarización para los niños aparece en el 13% de los encuestados y el apoyo para encontrar un trabajo en el 12% de ellos. Por lo tanto, aproximadamente el mismo porcentaje de personas que buscan empleo también necesitan después de la escuela para sus hijos, porque no pueden dejar a sus hijos en un lugar seguro. No tienen a nadie con quien dejarlos y luego no pueden encontrar un trabajo».

                                                       

    Para ayudarles, Save the Children, en colaboración con el Ayuntamiento del distrito 6 de Bucarest, ha abierto recientemente un centro de día para los hijos de los refugiados ucranianos. Aquí pueden pasar su tiempo de manera segura después de terminar las clases hasta que sus madres puedan llevarlos a casa. Leonard Andreescu nos ofrece más detalles:

     

    «Ofrecemos apoyo no solo a través de este centro de día. También ofrecemos apoyo a los niños en edad preescolar y preescolar, mediante el pago de las cuotas de las guarderías y jardines de infancia, cuando corresponda. También ofrecemos transporte para los niños, para que los padres puedan llevarlos por la mañana ya sea al colegio o a nuestro centro, dependiendo del horario educativo de los niños, y puedan recogerlos por la tarde».

     

    El centro de día del distrito 6 de la capital no es el único de este tipo gestionado por Save the Children. Hay otros en Bucarest y en el país, abiertos en colaboración con las autoridades locales, todos los servicios son gratuitos. Leonard Andreescu:

     

    «Dentro del centro, los niños se benefician de una comida caliente, apoyo para las clases, cursos de rumano adaptados para los extranjeros, actividades de cohesión social, pero también un concepto bastante complejo de apoyo psicológico para ayudar a los niños a superar ciertos problemas emocionales. Identificamos a muchos de ellos con problemas, algunos de ellos muy graves, problemas emocionales, causados, por supuesto, por esta ruptura con la vida ordinaria, con los lugares que conocían, con la familia, con el resto de la familia, con los padres. Las actividades de este tipo les ayudan mucho a superar la sensación de que son extraños porque no saben hablar el idioma, la tendencia a aislarse porque de todos modos se sienten excluidos. Un aspecto muy importante de este centro es que no solo está abierto a los niños ucranianos. También tenemos niños rumanos de familias desfavorecidas, de familias monoparentales, que tienen el mismo problema a la hora de encontrar trabajo porque no tienen a nadie con quien dejar a sus hijos. Y entonces van junto con los niños rumanos a este centro. Las actividades se realizan conjuntamente. Por supuesto que les ayudamos a comunicarse. Tenemos mediadores culturales que hablan rumano, ruso y ucraniano, profesores que también conocen los métodos de enseñanza en Ucrania, pero también en Rumanía, para que sea lo más fácil posible para los niños integrarse, conocer amigos rumanos para darles esa sensación de normalidad y seguridad, para ayudarles a superar los problemas emocionales en la medida de lo posible. Claro».

     

    Actualmente, el centro de día no puede recibir a más de 40 personas, desafortunadamente para los niños ucranianos que, de todos modos, tienen dificultades para integrarse en las escuelas rumanas, explica también Leonard Andreescu:

     

    «Es extremadamente difícil para ellos. Es por eso que el 90% de ellos solo asiste a clases. Esto implica un periodo máximo de un año en el que pueden asistir a clases, pero sin verse obligados a tener una presencia diaria, sin recibir notas, sin figurar en el catálogo. Es como un período de amortiguación que les ayuda a acostumbrarse tanto al horario como al idioma, y a sus compañeros de clase. Luego, después de un año como máximo, están obligados a matricularse, al igual que los demás estudiantes, y a participar en actividades educativas. Muy pocos de estos niños asisten a escuelas en Ucrania en línea, lo que significa que no estudian con nosotros, pero estas son excepciones».

     

     

    Actualmente, tras las oleadas iniciales de refugiados, muchos de ellos en tránsito hacia otros países, alrededor de 79 000 ciudadanos de Ucrania permanecen registrados en Rumanía.

     

    Versión en español: Mihaela Stoian

  • Puntos neurálgicos de la situación de los niños en Rumanía

    Puntos neurálgicos de la situación de los niños en Rumanía

    Recientemente, la organización no gubernamental Save the Children de Rumanía ha publicado una radiografía de la situación de los menores en nuestro país, de la que destacan 10 puntos sumamente críticos. Entre ellos hay problemas estancados desde hace muchos años y que, aunque son bien conocidos, no se solucionan. Por ejemplo, uno de cada cinco niños rumanos no termina los estudios a tiempo, más de 7000 niños rumanos nacen anualmente de madres menores de edad, casi 1200 de estas madres están en su segundo o incluso tercer parto, más de medio millón de niños han tenido recientemente a al menos uno de los padres trabajando en el extranjero. Además, la tasa de mortalidad infantil en el campo sigue siendo significativamente más alta en comparación con las zonas urbanas (un 6,5 frente a un 4,2 por mil). A estos problemas se suman otros quizás menos conocidos en el espacio público, pero igualmente graves. Uno de ellos se refiere a la salud emocional o mental de los niños. Más del 41 % de las chicas de 15 años tienen trastornos del sueño, mientras que el 57 % de ellas experimentan el nerviosismo con frecuencia.

     

     

    El director de apoyo de la ONG Save the Children, George Roman, llama la atención sobre este tema:

     

    «El bienestar emocional se refiere a la forma en que las autoridades entienden que se debe invertir en servicios de salud mental y protección para los niños que necesitan apoyo adicional, como los niños con necesidades educativas especiales o los niños con discapacidades. Y no tenemos ningún resultado favorable. Incluso la Organización Mundial de la Salud ha destacado el hecho de que en Rumanía hay niños con problemas relacionados con el sueño y el autocontrol. A veces se sienten aislados, excluidos de sus grupos, en las instituciones educativas o en la comunidad. Hace falta dinero para las sesiones de asesoramiento psicológico, porque los servicios sociales y las direcciones generales para la protección de los derechos del niño tienen un número muy limitado de psicólogos, no todos ellos capacitados para dar sesiones de asesoramiento o psicoterapia, y las organizaciones no gubernamentales son pocas y están abarrotadas. Por ejemplo, en el Centro de Salud Mental de Save the Children hay una lista de espera de varios meses, a veces con esperas de entre 3 y 6 meses, para los casos que necesitarían servicios, ya que nosotros los proporcionamos de forma gratuita».

     

     

    Parte de los problemas emocionales de los niños también se deben a la ausencia de los padres que trabajan en el extranjero. De hecho, el espejismo de irse también hace que los jóvenes deseen lo mismo, como si hubieran crecido con estos objetivos en mente.

     

    George Roman aporta más detalles:

     

    «Más de la mitad de los niños no quieren quedarse en Rumanía, y dos de las principales razones mencionadas por los niños están relacionadas con la calidad del sistema educativo. Alrededor de un tercio de ellos dijeron que querían irse precisamente por esto, porque la escuela no es atractiva y consideran que no pueden formarse profesional y educativamente en Rumanía. Pero también hay un porcentaje bastante importante, significativo, en nuestra opinión, el de los niños que quieren irse, porque aquí se consideran amenazados por la pobreza: entre el 21 % y el 22 % de los niños lo afirmaron. No quieren vivir en la pobreza en Rumania y tratan de tener una vida mucho mejor desde el punto de vista financiero en otros países, muchos de ellos probablemente teniendo el ejemplo de sus propios padres».

     

     

    Otro tema sumamente grave se refiere al abuso sexual. Menos del 20 % de las denuncias penales contra las víctimas menores de edad llevan al enjuiciamiento de los agresores.

     

    George Roman, director de apoyo, opina lo siguiente:

     

    «Parece que lo que menos nos interesa es combatir este fenómeno del abuso sexual. Aparte de unos pocos profesionales judiciales extraordinariamente bien formados, hay poca inversión en la política social nacional. Por ejemplo, hay un programa que la ONG Save the Children ha desarrollado en colaboración con la Dirección General de Protección de los Derechos del Niño del distrito 6 de Bucarest en los últimos dos años. Es, creo, uno de los pocos ejemplos en los que el niño involucrado en situaciones judiciales recibe la protección necesaria durante su audiencia, para que no se sienta traumatizado de nuevo o simplemente despreciado durante las audiencias, que incluso pueden llegar hasta un número de 14 audiencias. Un niño víctima del abuso sexual se sentiría obligado a recordar el trauma por el que pasó frente a cualquier persona involucrada directa o indirectamente en los procedimientos judiciales. Y aquí me refiero a las repetidas audiencias por la policía, la fiscalía, los juzgados y los servicios sociales».

     

     

    En los pocos casos en que las denuncias de abuso sexual de un menor por parte de un adulto llegan a los tribunales, las condenas no solo son poco frecuentes, sino que 3 de cada 5 sentencias van acompañadas de condenas en suspenso. Y esto significa que el agresor podrá regresar a la comunidad donde vive su víctima, concluye George Roman, director de apoyo de la organización Save the Children, quien espera que, sin embargo, el próximo año, la situación del menor mejore y se haga justicia.

     

     

    Versión en español: Mihaela Stoian

     

  • Polución y salud

    El aire nocivo de Bucarest se deja sentir a diario entre sus habitantes, sobre todo en los últimos cinco años. Además, recientes investigaciones relacionan el aumento de la contaminación con el empeoramiento de la salud. El estudio más reciente a este respecto ha sido realizado por un equipo de 14 especialistas bajo la dirección del Instituto de Neumología Marius Nasta de la capital, un estudio centrado en la relación entre las partículas PM 2,5 y PM 10 y las hospitalizaciones de pacientes con enfermedades crónicas. En relación con la contaminación causada por las PM, pero también por sustancias tóxicas como el dióxido de nitrógeno (NO2), el Centro de Política Sostenible Ecópolis, a través de su red de sensores Aerlive, ha sacado algunas conclusiones que se presentan en el informe sobre la calidad del aire en Bucarest en 2023.

     

     

    Oana Neneciu, coordinadora de la red de 44 sensores instalados en colaboración con la ciudad de Bucarest, nos habla de ellas.

     

    Oana Neneciu:

     

    «Las partículas en suspensión son partículas de polvo cargadas de todo tipo de sustancias que se elevan del suelo en general y permanecen en las vías respiratorias o entran directamente en nuestros pulmones. Las PM10 son partículas un poco más grandes, con un diámetro un poco mayor. Las PM 2,5 se consideran las más nocivas porque entran directamente en los pulmones. De los 266 días controlados, en 101 se registraron datos por encima del valor máximo permitido de PM 2,5. El mes con mayores datos de los analizados fue febrero. Así pues, febrero es el mes más contaminado del año. Curiosamente, el 14 de febrero, día de San Valentín, fue también el día más contaminado del año. Parece que todo el mundo va en coche a la fiesta de San Valentín. La contaminación horaria máxima se registró en un hospital infantil, el hospital Victor Gomoiu, y es de 371 microgramos por metro cúbico el mismo 14 de febrero. De los 30 centros analizados –había 30 escuelas y 14 hospitales–, 29 registraron valores superiores a la media anual de PM 2,5. Cuando se trata de contaminación por PM, las zonas más afectadas no son necesariamente las del centro de la ciudad. La contaminación por PM suele producirse en las carreteras más transitadas, por donde la gente suele ir hacia el centro de la ciudad. De los hospitales, 13 de 14 tienen una media anual superior al valor máximo permitido».

     

     

    La superación de estos valores máximos permitidos de partículas se calcula tomando como referencia las directivas de la UE que Rumanía ha aceptado y los efectos nocivos para la salud humana. También hay recomendaciones de la Organización Mundial de la Salud sobre el límite permisible de partículas: para las PM 2,5, a nivel anual, no deben superarse los 5 microgramos por metro cúbico al mes, y para las PM10 hay límites anuales de 15 microgramos por metro cúbico al mes. Basándose en estos valores de referencia, los autores del Estudio sobre el impacto de la contaminación en las enfermedades crónicas del Instituto Marius Nasta han investigado durante cinco años el efecto que tiene en los pacientes la superación de los límites.

     

    Los resultados los presenta la Dra. Beatrice Mahler, directora del Instituto de Neumología:

     

    «Comparamos las PM que controlamos con el número de ingresos y observamos 3 categorías de afecciones: respiratorias, cardiovasculares y accidentes cerebrovasculares. Como hemos comprobado al analizar los datos, el periodo de máxima contaminación es de marzo a mayo. La contaminación empieza en septiembre y aumenta hasta noviembre. La excepción es 2020, cuando tenemos un evento atípico, pero sabemos que fue el periodo del estado de emergencia, cuando el número de admisiones disminuyó y la población se quedó en casa, pero también la industria paró. Lo que hemos obtenido de la evaluación de los datos correlacionados científicamente es que la influencia de las partículas PM 2,5 y PM 10 induce un número medio mensual de ingresos por enfermedades respiratorias entre 1963-3825. Básicamente, tenemos un aumento de 10 microgramos por metro cúbico en el valor medio mensual de PM 2,5, un aumento en el número de ingresos por enfermedades respiratorias que va de 90 a 938 ingresos. Eso significa que los enfermos acaban en el hospital cuando aumentan los niveles de contaminantes. El número de ingresos debidos al aumento de PM10 es ligeramente inferior porque estas partículas, al ser más grandes, no llegan a los alvéolos y permanecen algo en las vías respiratorias, lo que provoca exacerbaciones como bronquitis, etc».

     

     

    En el caso de las enfermedades cardiovasculares, la situación es similar, con la misma correlación estadísticamente válida para el número de ingresos, concluye la Dra. Beatrice Mahler:

     

    «El aumento de las PM 2,5 en 10 microgramos por metro cúbico al mes induce un incremento del número de ingresos por causas cardiovasculares que oscila entre 26 y 1392. Así que el impacto es mucho mayor para las enfermedades cardiovasculares. Me refiero a la hipertensión y al infarto de miocardio, es decir, a todas las afecciones tratadas por nuestros colegas cardiólogos. En cuanto a las PM10, el número de ingresos es inferior, entre 25 y 888. Diría que el ictus es nuestra sorpresa, no porque no supiéramos que existe una relación entre las enfermedades neurológicas o cerebrovasculares y las partículas. Sólo hicimos la correlación para las partículas PM 2,5, no para las PM10. Por lo tanto, hay 10 ingresos más al mes si el número de PM aumenta en 10 microgramos por metro cúbico».

     

     

    Por consiguiente, las conclusiones de los especialistas son claras: cuando aumenta la concentración de PM 2,5 y PM10 en Bucarest, aumentan también los riesgos de que una persona con enfermedad pulmonar, enfermedad cardiovascular o riesgo de ictus acabe en un centro médico. Los costes económicos también son muy elevados, según este estudio de impacto: el aumento de las concentraciones de PM2,5 puede generar unos costes de hospitalización estimados entre 137 820 leus (unos 26 500 euros) y 1 436 369 leus (unos 288 000 euros)/mes.

     

     

    Versión en español: Antonio Madrid

     

  • Compostar… en un edificio de viviendas

    Compostar… en un edificio de viviendas

    El espíritu cívico en la ciudad no consiste solo en expresar quejas o denunciar a las autoridades cuando las cosas van mal. Por ejemplo, el Grupo de Iniciativa Cívica Cișmigiu está movilizando a los vecinos del Bloque Lírico, que está junto al famoso parque, para que formen en comunidad… a través del compostaje. Para este fin, recientemente se ha instalado una estación de compostaje en el jardín interior del edificio de viviendas, formada por tres contenedores especiales donde se recogen los restos de comida, se dejan madurar y luego se convierten en fertilizante. Alex Oprița, coordinador del grupo de iniciativa cívica del edificio de viviendas, cree que, trabajando juntos, los vecinos pueden socializar y luego relajarse juntos. Alex Oprița.



    «Desde 2017 hemos empezado a cuidar el jardín del bloque. Es el del patio interior y el de la fachada. Hemos traído más plantas y hemos intentado pensarlo de forma más resiliente posible respecto a los cambios climáticos, que requiera el mínimo riego y la mínima intervención. Probablemente una buena parte del compost seguirá yendo a espacios públicos, jardines de barrio, y la otra parte irá a parar a personas que participan en el compostaje y quieran llevarse a casa parte del compost para sus plantas de interior, al ser un fertilizante natural muy beneficioso para las plantas.»


    Tras la colocación de las cajas para la recogida y la maduración, siguió la lección de compostaje, impartida por Gabriela Iordan, coordinadora de los proyectos Academia de Compost y Livada Comunitară Mărțișor (Huerto Comunitario Marțișor).


    «El compostaje, es decir la recogida selectiva de los residuos vegetales del resto de residuos que generamos en casa a partir de nuestro consumo diario, hace que cada fracción sea mucho más limpia y fácil de llevar a la zona donde puede volver a convertirse en materiales para el proceso de producción. Respecto a la recogida selectiva de residuos vegetales en las zonas urbanas, donde hacemos compostaje comunitario, fomentamos el uso de una receta muy sencilla. Separamos las peladuras de verduras, frutas, restos, posos de café, restos de té o flores de la casa y las trituramos bien al menos una vez a la semana. Luego los llevamos en estos cajones donde la comunidad lleva sus residuos vegetales. Es un proceso respetuoso con el medio ambiente, porque ya no generamos residuos en vertederos que no cumplen la normativa y deberían cerrarse de todos modos. Y en segundo lugar, los residuos vegetales se convierten en un fertilizante natural que utilizamos tanto en nuestras jardineras como en los jardines de los edificios como enmienda vitamínica y mineral para las plantas y los árboles, para mantener la vida.»



    Actualmente, siete estaciones de compostaje similares a las cercanas al parque Cișmigiu funcionan en otras comunidades de los bloques de vivienda en Bucarest. Pero el fenómeno es algo más amplio, incluyendo barrios de casas. Gabriela Iordan.


    «En este momento hay muchas más cajas de compostaje de este tipo y, obviamente, la gente ha empezado a comprar varios contenedores para el compostaje individual en casa, sobre todo cuando tienen una parcela de tierra y pueden poner estos restos vegetales y convertirlos en compost en pocos meses. Pero es verdad que el compostaje comunitario sobre todo en el barrio es más difícil y las estaciones de compostaje comunitario están dedicadas a unas microcomunidades en el edificio de viviendas, pero no solo de aquel edificio, sino también a las de la zona, a las personas que quieren compostar en la zona y aún no tienen una estación de este tipo. Quisimos mucho ampliar la red. En el proyecto Academia de Compost incluso ofreceremos un premio para una comunidad que quiera abrir una estación. Cuantas más, mejor. La gente que hace compost está empezando a plantearse algunas preguntas, para reducir el desperdicio de alimentos. Es muy importante entender que el compostaje no soluciona el desperdicio alimentario. Tenemos que solucionar el desperdicio de alimentos antes de compostar, es decir a partir de nuestra lista de la compra y de la cantidad que realmente cocinamos y consumimos. El compostaje comunitario se refiere, como he dicho, solamente a los restos de verduras y frutas, los posos de café y, como mucho, las cáscaras trituradas».


    Alex Oprița, del Grupo de Iniciativa Cívica Cișmigiu, nos explica lo fácil o difícil que es reunir una comunidad en torno a proyectos de este tipo.


    «No es fácil. Me gustaría decir que lo es y que esto ocurre porque en realidad vivimos en una sociedad en la que no se nos anima a socializar con nuestros vecinos, con la gente que nos rodea. Todo va tan rápido que nos damos cuenta de que no encontramos tiempo ni siquiera para reunirnos con los amigos íntimos o la familia. Y precisamente por eso no es fácil reunir a la gente. En nuestro Bloque Lírico, ha ocurrido paulatinamente. Hemos tenido una serie de actos comunitarios, desde jardinería hasta ornitología, varias actividades que se han celebrado en el barrio, algo que llevamos haciendo durante los últimos 5 años. Un punto clave creo que fue que desde el principio tuvimos un canal de comunicación en el bloque, hicimos un grupo de Facebook y poco a poco fueron entrando vecinos. Ahí empezamos a relacionarnos, a conocer a nuestros vecinos cara a cara, a saludar y a intercambiar alguna palabra. Y los talleres organizados para la comunidad son una gran oportunidad para unir a los vecinos a otro nivel, no solo en el laboral.»


    Actualmente hay 10 vecinos que recogen restos en el Bloque lírico. La sorpresa fue que los residentes de los bloques vecinos, al enterarse de la existencia de la estación de compostaje, empezaron a venir aquí con sus restos de comida.


    Versión española: Monica Tarău

  • Perro abandonado, en busca de una buena persona

    Perro abandonado, en busca de una buena persona

    A pesar de que, en Rumanía, la esterilización y el microchip de los perros son obligatorios, no todos los propietarios acatan la ley y los refugios, gestionados por ayuntamientos o privados, se llenan rápidamente de cuadrúpedos abandonados al azar. Últimamente, la información sobre su abandono en lugares públicos es cada vez más abundante, aunque tal acto también está penado por la ley. Muchos de los perros abandonados se multiplican y pueden llegar a ser agresivos.



    ¡Nadie quiere revivir los momentos de principios de los años 2000, cuando Rumanía ocupaba los titulares de la prensa internacional por las acciones violentas contra los perros callejeros! Fue entonces cuando se fundó el Refugio La Esperanza, cerca de Bucarest, precisamente para apoyar a estos pobres seres no deseados.



    Anca Tomescu, veterinaria, directora de comunicación del refugio, recuerda:


    «Estaba en el Refugio de Perros Pallady, donde trabajaba como voluntaria, junto con veterinarios y otras personas dedicadas al rescate de animales, cuando nos informaron de que se había decidido matarlos. En ese momento había entre 100 y 150 perros en el refugio, de los que nos hicimos cargo, concretamente mi madre, Florina Tomescu. No teníamos a dónde llevar a tantos perros, así que llamamos a todos nuestros amigos, cada uno tuvo 2-3-5-7-8 perros en coches, casas, etc. Hasta que lo conseguimos e improvisamos, digamos, la primera parte del Refugio La Esperanza, que estaba en algún lugar del municipio de Berceni, en una finca en desuso, finca que arreglamos para refugiar a los perros callejeros. Fue una época dura, fea, con muchos problemas. ¡Hasta que nos dijeron que teníamos que desalojar el lugar! Simplemente tuvimos que tomar la decisión de dónde trasladar a 500 perros en una noche. Mientras tanto, ¡su número había ascendido a unos 500! Heredamos un terreno en Popeşti-Leordeni, en el que no había nada y, desde su acondicionamiento hasta que tuvimos que desalojar el terreno de Berceni, nos quedamos tal vez incluso un año en algún lugar del municipio de Jilava, alquilamos unas naves. ¡Otro período duro y feo! Nos trasladamos a Popeşti-Leordeni, a nuestro terreno, donde el refugio realmente comenzó a funcionar, nos libramos de los alquileres, porque suponían un gasto enorme. Y así es como hemos terminado celebrando 22 años de refugio este año».



    Desde principios de los años 2000 hasta hoy en día, la situación de los perros callejeros y su cuidado han cambiado mucho para mejor en Rumanía. Y el Refugio La Esperanza es la prueba viviente.


    Anca Tomescu nos invita a visitarlo:


    «Comenzaría diciendo que hay una regla de oro en el Refugio La Esperanza, a saber, los perros son la prioridad. Quien entra puede notar, desde la primera parcela cercada para perros hasta la última, que todos los perros alojados allí son mansos, se ven bien, se nota que son perros bien cuidados, perros que no solo se quedan en la parcela cercada. Es muy importante que corran, jueguen, sientan el calor humano, escuchen una palabra amable y reciban una alimentación adecuada. El refugio cuenta actualmente con 105 parcelas cercadas, de las cuales solo seis tienen calefacción para el invierno. La séptima llegará pronto gracias a mi buena amiga, la actriz Carmen Tănase, que hizo una donación para calentar una séptima parcela cercada. Tiene tres clínicas veterinarias, una muy bien equipada, porque nos dimos cuenta de que, al tener tantos perros, siempre hay que asegurarse de su salud, hacerles pruebas y vacunarlos. No tenía sentido pagar en consultorios privados. Además, para ahorrar dinero y ponérnoslo más fácil a nosotros y a los perros, también hicimos un consultorio de fisioterapia, donde tratamos y seguimos tratando a los perros parapléjicos. Algunos de ellos se libraron del cochecito, otros no, pero están haciendo fisioterapia. También hemos habilitado tres zonas nuevas donde jugar. Solíamos tener una grande, ahora hemos hecho tres más. Tenemos tres piscinas construidas para perros, precisamente porque queremos que todos los perros del Refugio La Esperanza, independientemente de la duración de su estancia, se sientan bien y salgan del refugio como perros normales, tranquilos y que no se asusten ni tengan problemas de comportamiento».



    Pero, según la veterinaria Anca Tomescu, los perros no deben estar en un refugio, sino ser adoptados. Con el tiempo, miles y miles de perros han salido del Refugio La Esperanza para ser adoptados. Desde hace unos dos años, incluso se someten a un programa especial de adiestramiento, «Los mensajeros de la Esperanza», para ser entregados ya amaestrados a sus familias adoptivas. En Rumanía, sin embargo, en general, la tasa de adopción es baja, mientras que la tasa de abandono es muy alta. ¿Por qué?


    «El abandono significa falta de educación, obviamente. La gente tiene que entender que vivirás situaciones preciosas con ese perro, así como situaciones en las que probablemente te enfades, como cuando tienes un hijo. Pero la diferencia es que el niño, en algún momento, habla y al final puede decirte cuál es el problema. Y el perro muerde, orina en casa, puede robar tus zapatos favoritos, se enferma y necesita un médico o necesita que lo saquen a pasear. Me gustaría señalar algo más: ¡el perro no es un regalo de Navidad! No regalen animales vivos, porque no es normal regalar un perro a una familia que puede no estar preparada o simplemente no quiere, disfruta brevemente del momento bonito, pero desde el 5 de enero empieza a trabajar y no tiene con quién dejarlo. Otro aspecto: el fenómeno Quiero un perro grande, ¡que la gente tenga miedo al pasar!. Bueno, sí, pero tú pesas 50 kg, no puedes tener un perro grande, ¡tienes que adoptar un perro según tus necesidades y requerimientos! Si, por ejemplo, vives en un estudio, no puedes adoptar un perro de 60 kg; si trabajas 12 horas al día, lo mismo; si tu esposa, esposo, hijo, abuela no quieren ningún animal, no puedes obligarlos a aceptar que les lleves un perro a casa; si no tienes el dinero necesario para mantenerlo, lo mismo. ¡La adopción, sí, es maravillosa! Recomiendo a cualquiera que adopte un perro. Cambia tu vida para mejor, toda la familia será más feliz, más responsable, más amigable. Pero, si no puedes adoptar y aun así amas a los animales y quieres involucrarte, sea te ofreces como voluntario en un refugio, sea puedes hacer donaciones o hacer mucho más por los animales».



    Con el fin de educar a la opinión pública, hay un Museo de perros callejeros en el Refugio La Esperanza. Los alumnos pueden visitarlo durante la semana Escuela diferente y se ideó la acción sugestivamente titulada Estofado para todos los perros llamados Bobiță, en la que participa un famoso en cada edición. También se está construyendo un centro para todos aquellos que, pequeños o mayores, anhelen aprender lo que significa el cuidado de los animales. «Estamos realmente convencidos de que, dando ejemplo, ello generará otros ejemplos incluso mejores.», espera nuestra generosa interlocutora, Anca Tomescu.



    Versión en español: Mihaela Stoian

  • Cáncer, perfil del país

    Cáncer, perfil del país

    La Fundación el Renacimiento organizó el 8 de junio la mayor carrera benéfica
    – «Race for the Cure» Rumanía- dedicada a la lucha contra el cáncer de mama y la promoción de la salud. La ruta elegida por los organizadores a través de Bucarest podía recorrerse a pie o corriendo y tiene una longitud de 4 kilómetros o 700 metros. El éxito del evento se debió a los más de 5.000 rumanos que viven en el país o en el extranjero quienes convirtieron su participación en la 10ª edición de «Race for the Cure» en pruebas médicas gratuitas para mujeres vulnerables y pelucas de pelo natural para pacientes y niños diagnosticados con cáncer.

    «Race for the Cure» Rumanía contó con el apoyo de numerosas personalidades, representantes del Cuerpo Diplomático en Bucarest, colegios, institutos y empresas que comprendieron la importancia de implicarse en la causa. Lo explica la presidenta de la Fundación el Renacimiento, Mihaela Geoană:

    «Por un lado, es una buena oportunidad para informarnos, para saber qué significa una vida sana y cómo podemos detectar precozmente y prevenir algunas enfermedades más comunes en mujeres. Pero por otro lado, celebramos a las ganadoras en la lucha contra el cáncer de mama y son muchas, más de 100 mujeres. También es una campaña de recaudación de fondos porque las cuotas de inscripción, que son de 50 leus para los adultos y 30 leus para los niños. Se utilizan para ofrecer pruebas gratuitas a través de nuestra unidad móvil que va a las ciudades pequeñas y a las zonas rurales del país. También utilizamos los fondos recogidos para ofrecer pelucas a las mujeres que reciben quimioterapia».

    Además de la participación en la carrera de Bucarest, la edición de este año ofreció a los rumanos del país o de la diáspora la oportunidad de donar para la prevención y detección del cáncer de mama y de cuello uterino a través de la plataforma www.raceforthecure.eu/ro, activa hasta finales de diciembre. En la carrera hubo sorpresas para todos los grupos de edad. El programa también incluyó, entre los aplausos de la multitud, un desfile de supervivientes del cáncer ataviados con camisetas rosas que, al final del evento, soltaron globos rosas al cielo en memoria de quienes han perdido la batalla contra la enfermedad.

    Más allá de esta acción de promoción de la salud a través del deporte, la diversión y la emoción, existe una dura realidad: Rumanía ocupa el primer lugar en mortalidad por cáncer con un 48 % más fallecimientos que la media europea y más de 20.000 muertes que podrían evitarse cada año. Con este motivo, la Federación de Asociaciones de Pacientes con Cáncer dedicó una conferencia a todos los supervivientes y, en especial, a los que luchan contra la enfermedad y el sistema.
    Los participantes -desde autoridades, especialistas médicos, representantes de la industria farmacéutica y laboratorios médicos, hasta pacientes y cuidadores- subrayaron que todo el mundo debe tener derecho a acceder a investigaciones médicas, tratamientos innovadores y atención médica adecuada. También es necesaria la prevención, es decir, acciones a medio y largo plazo con un gran impacto.

    La presidenta de la Fundación el Renacimiento comparte esta opinión. De nuevo, Mihaela Geoană:

    «Tenemos una colaboración con el Ministerio de Sanidad en el sentido de que a cada evento que organizamos asisten representantes del ministerio y de varios hospitales. Creo que la prevención debería estar mejor organizada y mejor financiada por las instituciones estatales. También las organizaciones no gubernamentales deberían ayudar para facilitar el acceso al público objetivo. La comunicación tiene que estar mucho mejor organizada y diseñada para que sea comprensible para el público objetivo».

    Por su parte, el presidente de la Federación de Asociaciones de Pacientes con Cáncer, Cezar Irimia, afirma que el retraso en la aplicación de la ley sobre el Plan Nacional de Prevención y Control del Cáncer se cobra víctimas cada día, ya que la falta de acceso a las investigaciones y tratamientos más avanzados sitúa a Rumanía en el primer puesto de la UE en mortalidad por cáncer. Durante la conferencia, las asociaciones participantes decidieron adoptar una postura firme sobre el acceso a las investigaciones genéticas y moleculares, así como a los nuevos tratamientos, con el fin de reducir el número de muertes en Rumanía y la diferencia de 5 – 6 años con Europa.

    «No hemos hecho lo suficiente, he intentado ser su portavoz en el Parlamento rumano, pero por desgracia los recursos financieros son limitados», admitió la senadora Nicoleta Pauliuc, impulsora de propuestas legislativas en el campo de la oncología.

    «Se trata de medicina personalizada que yo creo que debería ser un proyecto de país. Si tenemos la posibilidad de hacer pruebas genéticas, ¿por qué una mujer rumana tiene que ir a Austria, hacerse las pruebas y luego demandar al Estado rumano? ¿Por qué tardamos 385 días o 285 días en entrar en tratamiento? ¿Por qué no tenemos el historial médico del paciente? Al ministerio no le cuesta nada realizar el historial médico del paciente. ¡No tenemos normas para la medicina personalizada!».

    En Rumanía, a pesar de una tendencia económica al alza, el sistema sanitario sigue estando infrafinanciado. Mientras que la asignación media a sanidad en Europa ronda hoy el 10 %, en Rumanía la cifra es del 6,5 %, la media de la UE hace unos 20 años. Rumanía destina a los enfermos con cáncer menos de la mitad del presupuesto sanitario de la Unión Europea. El cáncer es la segunda causa de muerte en Rumanía, después de las enfermedades cardiovasculares: una de cada seis muertes es causada por el cáncer.

    Versión en español: Victoria Sepciu

  • ¿Por qué trabajamos?

    ¿Por qué trabajamos?

    El Centro de Estrategia, Liderazgo y Desarrollo Inteligente de la Facultad de Ciencias Políticas, Administrativas y de la Comunicación (FSPAC) de la Universidad Babeș-Bolyai de Cluj-Napoca ha realizado el estudio «¿Por qué trabajamos?». Los resultados son notables en la medida en que han identificado, especialmente entre la nueva generación de empleados, la Generación Z, cambios claros en su comportamiento hacia sus responsabilidades profesionales, pero también hacia las expectativas que empleados y empleadores tienen unos de otros en su dinámica profesional.

    El dinero no es un criterio clave a la hora de elegir un trabajo, sino el equilibrio entre vida profesional y personal. También son interesantes las actitudes cambiantes de los empresarios hacia la autoridad y cómo las organizaciones están reinterpretando el liderazgo. Ya no se puede hablar del líder autoritario y dominante porque a las nuevas generaciones ni les convence ni les impresiona. Un tema sobre el que hablamos con Tudor Țiclău, profesor del Departamento de Administración y Gestión Pública de la FSPAC:

    «Desde el punto de vista de los criterios de selección para encontrar trabajo, probamos 9 tipos de factores, por orden de importancia para los empleados. En primer lugar, la seguridad en el empleo, el 87 % considera la seguridad un criterio importante o muy importante; en segundo lugar, el tipo de trabajo realizado; en tercer lugar, las oportunidades de desarrollo y promoción profesional; en cuarto lugar, el equilibrio entre vida profesional y vida privada. Curiosamente, los mismos criterios son válidos para los estudiantes (también hemos comprobado estas proyecciones entre los estudiantes, con la salvedad de que para ellos la seguridad en el empleo ocupa el cuarto lugar y el equilibrio entre vida profesional y vida privada es el criterio más importante). Las oportunidades y los tipos de trabajo realizados se mantienen en los puestos 2 y 3 respectivamente. Además, un elemento importante e interesante, el salario y los beneficios, ocupan los puestos 5 y 6 respectivamente, es decir, no son factores de selección. Se convierten en importantes cuando no se ponderan lo suficiente. En los últimos puestos están el trabajo desde casa o a distancia, los valores de la organización y, el menos importante (sólo la mitad de los encuestados lo considera un criterio a tener en cuenta), trabajar con tecnología punta. Lo mismo ocurre con los estudiantes».

    El estudio también puso de relieve la capacidad y la voluntad de las organizaciones de conectar con las personas de una forma mucho más abierta que nunca. El profesor Tudor Țiclău:

    «Efectivamente, el elemento de equilibrio entre vida laboral y personal o bienestar organizativo, es un elemento cada vez más importante. Yo no diría que los altos directivos y ejecutivos no estén entusiasmados, al contrario, por lo que hemos observado es que las empresas están muy bien conectadas con esta transformación que se está produciendo entre los empleados. De hecho, el bienestar y la conciliación son criterios cada vez más importantes para la nueva generación, la Generación Z, y creemos que deben integrarse en un paradigma más amplio de entender la relación entre la organización y el empleado. Una transformación de la identidad profesional que, por el momento, ocupa de alguna manera un espacio menor en la identidad personal en comparación con otras generaciones. En otras palabras, las personas ya no se identifican con el puesto de trabajo. Además, el lugar de trabajo debe adaptarse a las necesidades del empleado. Lo que estamos viendo es esta demarcación entre vida personal y profesional, con un fuerte énfasis por parte de la generación más joven en no cruzar o respetar los límites. Como ejemplo sencillo, una vez terminado el horario de trabajo, la expectativa es que todo se solucione en la siguiente jornada laboral o sea los elementos de la vida laboral no deben entrar en la vida personal».

    Por tanto, estamos asistiendo a un cambio sin precedentes en la dinámica empleado-empleador y debemos agradecérselo a la joven generación de empleados, afirma Tudor Țiclău:

    «También hay un cambio en el estilo de liderazgo preferido; es evidente que el enfoque tradicional del liderazgo, basado en la autoridad formal del líder, el líder directivo, dando órdenes, explicando cómo deben hacerse las cosas, ya casi no funciona en ninguna situación. Hoy en día, la ecuación del liderazgo es mucho más compleja. En primer lugar, para que un líder tenga éxito debe tener unas cualidades humanas sobresalientes, principalmente empatía, capacidad de comunicación y capacidad de comprender las necesidades individuales del empleado. Sobre esta base se construyen las demás habilidades de liderazgo: habilidades técnicas, capacidad de desarrollar una visión, de comunicar esa visión, habilidades relacionadas con las características del puesto. Ante todo, lo que los nuevos empleados buscan en los líderes con los que interactúan es la capacidad de comprenderlos como individuos, la capacidad de entender sus necesidades y tratarlos como iguales. Básicamente, tenemos una reacción de resistencia a cualquier forma de uso de la autoridad formal y esto es específico de la Generación Z, no sólo en el lugar de trabajo. Es una negación de los valores tradicionales».

    Muchos de ustedes se habrán preguntado por qué las organizaciones prefieren a los jóvenes antes que a los mayores. El profesor Tudor Țiclău lo explica:

    «No se trata necesariamente de una preferencia por empleados más jóvenes, sino más bien de una preferencia por una tipología de empleado que se asocia a una edad más temprana. En concreto, por un lado, los directivos esperan empleados dispuestos a aprender continuamente y esto se explica por la dinámica y los cambios que se producen en el mercado, una mentalidad abierta al aprendizaje significa un empleado que rendirá en un abanico más amplio de situaciones. Dos, otro elemento esperado es una actitud proactiva y la capacidad de mostrar autonomía en la resolución de problemas. En concreto, los directivos esperan que los empleados intenten resolver los problemas a los que se enfrentan y sólo si sus recursos y su posición no les permiten hacerlo, entonces que apelen a la autoridad formal. En tercer lugar, los directivos esperan que los empleados estén motivados para desarrollarse y crecer en la empresa, y obviamente las empresas deben saber que disponen de muchas herramientas y muchos programas que intentan fomentar ese tipo de actitud y comportamiento por parte de los empleados. Al fin y al cabo, ambos salen ganando si hay una relación a largo plazo y no hay interrupciones que puedan reducir el rendimiento laboral».

    Versión en español : Victoria Sepciu

  • La obesidad en Rumanía

    La obesidad en Rumanía

    Cada año, a principios de marzo, se celebra el Día Mundial de la Obesidad para llamar la atención sobre esta patología cada vez más frecuente. La obesidad, caracterizada por el aumento del peso corporal debido al tejido adiposo, no es solo cuestión de apariencia física o de control del peso, es también una enfermedad que puede tener múltiples repercusiones en la salud. Puede causar o empeorar los problemas cardiovasculares y endocrinos, trastornos articulares e incluso algunas formas de cáncer. La obesidad también tiene un impacto significativo en la calidad de vida y puede provocar baja autoestima o estigma social.

    Según los datos existentes, a escala mundial, casi mil millones de personas, es decir, una de cada siete, eran obesas en 2020. Las estimaciones apuntan a que en 2035 la cifra podría alcanzar los 1.900 millones. En cuanto a los niños, los que tienen tendencia a engordar desde la guardería, dicen los expertos, tienden a convertirse en obesos antes de terminar la enseñanza secundaria. Entre los niños pequeños se prevé que la obesidad aumente un 100 % entre 2020 y 2035.

    ¿Cuál es la situación en Rumanía? Según el Instituto Nacional de Salud Pública, 2 de cada 100 personas serán diagnosticadas con obesidad en 2022. En cuanto a los nuevos casos de la enfermedad, registrados también en 2022, la mayoría son mujeres y viven en zonas urbanas.

    Adoptar un estilo de vida saludable no es fácil, pero tampoco imposible. Las recomendaciones son limitar la ingesta de grasas y azúcares, aumentar el consumo de fruta, verdura, legumbres, cereales integrales y frutos secos y realizar una actividad física moderada y regular. También es necesario un programa de descanso y un estilo de vida adaptado a la edad, al sexo y al estado emocional. En definitiva, un programa personalizado, afirma ponente dra. Lygia Alexandrescu, especialista en nutrición:
    «El término dieta tiene su origen en la antigua Grecia, cuando definían el estilo de vida llamado daiata como un conjunto de nociones que implicaban el sueño, la hidratación, la nutrición, el movimiento y el bienestar. Todos eran elementos de la dieta. Actualmente, cuando decimos dieta, nos referimos a la comida, pero no a LO QUE comemos, sino a lo que NO comemos. Cuando hablamos de dieta hablamos de restricción, lo cual es totalmente falso. Si hablamos de alimentación, tenemos que hablar de lo que necesitamos, de lo que mantiene sanas nuestras células y, por eso, la personalización alimentaria es muy importante. La misma dieta no sirve para todo el mundo. Precisamente por eso, todo lo que vemos en Internet -la dieta hiperproteica o la dieta hiperglucémica o la dieta del arroz o la dieta de la manzana- son puras tonterías porque todas estas dietas están totalmente desequilibradas. Una dieta que funciona para una persona no le va bien a otra. ¿Cuáles son los criterios? Hay muchos criterios que tenemos en cuenta a la hora de crear un plan de alimentación. Yo ni siquiera lo llamaría dieta, pues es algo restrictivo, es algo que mantienes lo justo para poder ponerte un vestido, para poder abrocharte la camisa o el cinturón con más facilidad. En realidad se trata de comida, de estilo de vida. Y así volvemos a hablar de la personalización alimentaria. Edad, sexo, tipo de esfuerzo que hacemos, estado emocional, genética, análisis actualizados. Hablar con tu médico de cabecera, con tu nutricionista, con tu entrenador deportivo, todo conduce a la creación de un programa de alimentación personalizado. No hay dos dietas idénticas. Al igual que la medicación, ambas deben ser personalizadas».

    ¿Algún truco más específico? Comer alimentos no procesados, dar 100 pasos después de cada comida, hidratarse bien, volver a la cocina tradicional con platos cocinados. «Cuando comemos alimentos en grandes cantidades y en combinaciones incorrectas, sobre todo en la segunda mitad del día, básicamente envejecemos», advierte Lygia Alexandrescu:

    «No tenemos que saber de nutrición o conocer la bioquímica de los alimentos. Lo esencial es ser concientes de que debemos consumir energía y que debemos darle al cuerpo combustible de buena calidad. Y esto se puede hacer con alimentos muy próximos a la naturaleza, lo menos procesados posible. Comprar comida precocinada evidentemente nos llevará a ganar peso porque tiene mucha sal, contiene frituras y no tiene la calidad original de los alimentos. Hay muchos detalles. Todo tiene que ver con la educación. Como dicen los chinos, si quieres tener una generación sana, educa a la población durante 30-40 años y entonces tendrás una generación sana. La cultura del arroz se adquiere de un año para otro, las personas sanas, equilibradas y completas se consiguen educando varias generaciones».

    La Universidad de Medicina y Farmacia «Carol Davila» de Bucarest ha lanzado la campaña «Controlar la obesidad» cuyo objetivo es enseñar a la gente a comer sano y hacer ejercicio. Este año adoptará la forma de 8 actos de información, sensibilización y educación médica en 8 ciudades rumanas. Cada acción en cada ciudad tendrá dos componentes: uno dirigido al público en general, a las autoridades y a la prensa, y otro científico, de educación médica, dirigido a los profesionales de la medicina implicados en el tratamiento de las personas con obesidad. «Nuestro objetivo es poner de relieve que la obesidad es un problema de salud pública que requiere intervenciones inmediatas y coordinadas».
    -afirma la profesora Cătălina Poiană, impulsora de la campaña «Controlar la obesidad».

    Sin acciones importantes y coordinadas, las tasas de obesidad seguirán aumentando y cada vez más personas morirán prematuramente a causa de la obesidad o de alguna de las enfermedades que provoca. Además, las enfermedades crónicas no transmisibles asociadas a la obesidad, que antes sólo se daban en adultos, son cada vez más frecuentes a edades mucho más tempranas. Sin embargo, por el momento, ningún país del mundo va camino de cumplir el objetivo fijado por la Organización Mundial de la Salud en 2013 de detener el aumento de la prevalencia de la obesidad para 2030. En otras palabras, ¡es urgente actuar!

    Versión en español: Victoria Sepciu

  • Los padres quieren aire fresco para sus hijos

    Los padres quieren aire fresco para sus hijos

    A medida que la calidad del aire en las grandes ciudades empeora, el número de informes médicos que relacionan la contaminación con las enfermedades y los fallecimientos también aumenta. Por ejemplo, en 2021, en Bucarest se produjeron más de 2800 muertes a causa de la exposición prolongada a partículas. Además, el 5,6 % de las muertes infantiles se deben a la contaminación por micropartículas PM10.
    Estos datos han sido recopilados por la organización no gubernamental Ecopolis, que también ayuda a los grupos cívicos y las comunidades locales a movilizarse para combatir la contaminación. Entre ellas se encuentra la asociación Padres de Cireșari, con sede en Bucarest, formada principalmente por adultos preocupados por la salud de sus hijos, los parques infantiles y la seguridad en las calles. Cuándo y cómo empezó todo nos cuenta Elena Lucaci, representante de la asociación Padres de Cireșari:
    «Nos hemos unido como grupo cívico en torno a un objetivo común, la Base Deportiva de Cireșarii, que estuvo cerrada durante 15 años. Era frustrante para nosotros, los padres, llevar a nuestros hijos a un parque y no poder entrar a disfrutarlo. Pero, en realidad, no partimos de ahí, sino de un parque infantil en el Parque Textila, donde había una zona de arena dedicada a los niños. Todos los padres les dijeron a sus hijos que no se acercaran porque la arena estaba llena de excrementos. Pedí a las autoridades locales que vinieran repetidamente a recoger la arena porque era un peligro para la salud pública. No vinieron, así que compré 22 bolsas de rafia, traje de casa una pala y recogí el desorden. Dejé las bolsas así, en el patio de recreo. Llamé a la Administración Pública (ADP) y le dije: ¡Vengan a recoger sus maletas! Ahí es donde realmente comenzamos y había alrededor de 20 madres en el patio de recreo, y el grupo se hizo cada vez más grande. Ahora, el grupo cuenta con unas 350 madres».

    Por lo tanto, la limpieza de los parques infantiles, pero también de los espacios verdes es prioritaria para los padres. Y dado que la calidad del aire depende asimismo de la presencia de árboles, flores o jardines, los Padres de Cireșari también se movilizaron contra los inodoros innecesarios que dañan árboles perfectamente sanos.
    Pero quizás el proyecto más eficaz de la asociación es Apaga el motor, una propuesta sencilla (pedir a los padres que no mantengan el motor encendido cerca de las escuelas y guarderías) que pronto se convirtió en una iniciativa legislativa, discutida en el Parlamento. Elena Lucaci:
    «La iniciativa también partió del barrio, de las madres. De alguna manera estamos rodeados de arterias principales, por lo que la contaminación es intensa en la zona. Muchos coches vienen y aparcan con el motor encendido delante de las escuelas. Había 5 o 6 a la vez y los padres salían del vehículo, dejándolo con el motor encendido e iban hasta la puerta para recoger a sus hijos. Nos frustró mucho y me alegró ver que no era la única afectada. También tengo asma e incluso tuve un ataque de asma frente al jardín infantil de mi hijo. Nos movilizamos en grupo, juntamos dinero e imprimimos 50 carteles plastificados y los pusimos en las escuelas de la zona. Luego pensamos que sería mucho más importante un taller ambiental para niños, ya que los niños tienen una gran influencia en los adultos. Nosotros mismos lo sabemos. Y eso es lo que hicimos hasta que Ecopolis lanzó un concurso de proyectos. También participamos con el proyecto Apaga el motor y fue uno de los tres ganadores. Llegamos a 23 escuelas, a más de 1200 niños y empezamos a obtener resultados. Los niños incluso se comunicaban en casa con sus padres. Cada vez más padres me decían más a menudo: “Estoy harto de que mi hijo me pida apagar el motor y que vaya en bicicleta al colegio”. Así que de alguna manera funciona».
    Actualmente, la modificación del Código de Circulación para prohibir estacionar por más de 5 minutos con el motor encendido en ciudades y localidades se ha presentado ante el Senado y va a ser discutida. Pero los Padres de Cireșari no se detienen ahí, también consideran la iniciativa de reducir la velocidad de los automóviles a 30 km por hora en las calles alrededor de las escuelas. Elena Lucaci lo explica:

    «Hay arterias importantes alrededor, y como todos los coches ocupan las callejuelas, en mi calle, por ejemplo, llegan a 80 km por hora. Así que queremos hacer algunos microestudios. Queremos supervisar la calidad del aire en la distancia de casa a la escuela, de la escuela a casa, incluso mediante los niños con un sensor móvil. Va a ser interesante que se involucren en la acción. Era nuestra prioridad. Y sobre todo queremos involucrar a los adolescentes, sacarlos del Tik-Tok y llevarlos a las reuniones comunitarias para que se conozcan. Hace apenas dos días tuvimos un evento en el barrio por la seguridad en las calles. He visto a muchos jóvenes que no son conscientes de lo que sucede a su alrededor. Caminan por la calle con los auriculares puestos. Y el evento contó con la presencia de representantes de la Policía de la Sección 4 y un instructor de kung-fu que nos enseñó técnicas de defensa personal. Y fue muy emocionante, pero es muy difícil llevar a los adolescentes a los eventos del barrio».
    También es difícil movilizar a los adultos, hacer frente al pesimismo y, sobre todo, resistir a los detractores y a quienes ven perturbada su comodidad por este tipo de iniciativas. Pero, aunque tiene momentos de cansancio y desánimo, Elena Lucaci se recupera con la ayuda de los otros Padres de Cireșari.
    Versión en español: Mihaela Stoian

  • Cómo supervisamos los espacios verdes en Bucarest

    Cómo supervisamos los espacios verdes en Bucarest

    Además de ser una capital con grandes problemas de contaminación, Bucarest también carece de metros cuadrados de espacios verdes. Y esta situación refleja, de hecho, el estado actual de la legislación en este ámbito. Por ejemplo, no existe un registro funcional de los espacios verdes desde hace varios años, aunque en 2011 se elaboró un documento de este tipo. Sin embargo, el Consejo General del Ayuntamiento de Bucarest no votó a favor, debido a numerosos problemas metodológicos y al hecho de que, en realidad, no ofrece ninguna protección a los espacios verdes. Es más bien un documento consultivo, sin valor legal, dice Victoria Carasava, coordinadora de proyectos de Art Fusion, la organización no gubernamental que inició una petición cívica para acelerar la adopción del Registro de Espacios Verdes.

     

    Victoria Carasava:

     

    «En octubre, iniciamos una campaña para acelerar el restablecimiento de este registro, realizado según exige la ley, para que el Consejo General de Bucarest lo pudiera votar y que tuviera valor administrativo. Desde octubre, más de 5000 residentes de Bucarest han firmado nuestra petición. Esperamos que cada vez más residentes de Bucarest firmen esta petición y demuestren al Ayuntamiento que la falta de espacios verdes en Bucarest es un problema real. Y al mismo tiempo, además de esta petición, hemos presentado una carta abierta al Ayuntamiento de Bucarest (PMB), actualmente firmada por 29 organizaciones de la sociedad civil y grupos cívicos locales y de iniciativa cívica. A través de estos dos documentos, la carta abierta y la petición, ambos presentados en diciembre al Ayuntamiento de Bucarest, esperamos recibir finalmente una respuesta por su parte y del alcalde general, para hacer este proceso un poco más transparente y ver exactamente cuáles son los plazos con los que trabaja  el Ayuntamiento para restaurar este registro».

     

    ¿Cuáles serían los problemas del registro actual y qué espera la sociedad civil que se resuelva con un nuevo documento?

    Victoria Carasava responde:

     

    «El registro actual prácticamente no muestra cuál es la cantidad y la calidad real de los espacios verdes en Bucarest. Los árboles aparecían en este registro en lugares donde nunca habían existido. Se catalogaron ciertos espacios que legalmente no deberían haber formado parte del registro. Además, apareció otro problema muy grave. Cuando se elaboró este primer registro, no estaba previsto el presupuesto para su actualización, porque la Ley de Espacios Verdes dice que este registro es una herramienta dinámica, que inventaría todo el patrimonio verde de una ciudad y que debe reflejar absolutamente cualquier cambio cualitativo o cuantitativo que se produzca en estos espacios verdes».

     

    Desafortunadamente, parece que la elaboración de este registro llevará más tiempo, ya que depende de la ley de espacios verdes y del código urbanístico, es decir, actos normativos que actualmente se encuentran en debate parlamentario para la adopción de enmiendas. Algunas de ellas se refieren incluso a la posibilidad de que algunos espacios verdes de propiedad privada cambien su estatus y se conviertan en zonas residenciales funcionales. Esto significaría una reducción del ya limitado espacio verde, consideran varias organizaciones ambientalistas y también el alcalde general. Hasta entonces, sin embargo, incluso el Ayuntamiento sigue esperando.

     

    Victoria Carasava:

     

    «En este momento, debido al hecho de que desde hace varios meses se está debatiendo en el Parlamento la modificación de la Ley de Espacios Verdes, pero también del Código Urbanístico, es muy posible que esta normativa cambie y que la discusión sobre lo que entra en este registro se complique un poco más. Y por lo que entiendo, esta sería una de las razones por las que, en este momento, el Ayuntamiento no está iniciando el proceso de contratación de los servicios de restauración de este registro.  El Ayuntamiento no tiene, desde un punto de vista, la capacidad de hacer él solo este registro. Esta herramienta requiere mucho trabajo, requiere recopilar mucha información sobre el terreno, un proceso que  duraría al menos un año, porque absolutamente todos los árboles, por ejemplo, deben estar catalogados. Los datos deben recopilarse en dos períodos separados del año, cuando los árboles están en vegetación y cuando no lo están. Así que es un proceso largo, por lo que la alcaldía tiene que subcontratar este servicio, y esperamos acabar creando una relación un poco más transparente y de colaboración con el  Ayuntamiento de Bucarest, para explorar juntos la opción de hacer un registro de espacios verdes por etapas».

     

    En realidad, todo el proceso debe acelerarse, los espacios verdes siendo vitales para la salud de la población. Los bucarestinos, por ejemplo, «disfrutan» solo de siete metros cuadrados per cápita; dato que es, además, cuestionable, considera Victoria Carasava:

     

    «Siete metros cuadrados es la estimación de la Comisión Europea. Es una estimación  de hace varios años. Hoy en día, es probable que esta estimación ya no refleje la realidad.  Por comparación, es muy posible que ahora tengamos aun menos zonas verdes. Además, el espacio verde mínimo recomendado por la Organización Mundial de la Salud es de 50 metros cuadrados per cápita. En este momento, como ya he dicho, no sabemos exactamente cuál es la situación, y eso es muy grave. Pero exigimos no solo la restauración de este registro, sino también un plan de acción claro, para ampliar y completar la red verde de la ciudad, que se menciona incluso en la Ley de Espacios Verdes, que nos dice que este registro o auditoría de espacios verdes debe incluir también un plan para la extensión de la red de espacios verdes en las ciudades de Rumanía. Un registro de espacios verdes nos ayudaría mucho a identificar realmente las tierras degradadas, que son espacios públicos o que pertenecen a instituciones estatales o incluso son espacios privados, tierras que podrían convertirse en parques en el futuro».

     

    Versión en español: Mihaela Stoian

  • Los rumanos y la lectura

    Los rumanos y la lectura

    Lo único que necesitas saber es dónde está la biblioteca: estas palabras, atribuidas a Albert Einstein, eran un verdadero impulso por leer, pero la gente ha dejado de leer tanto, desde que la tecnología ha empezado a ser tan accesible. Navegar por el teléfono móvil, a veces durante horas sin interrupción, ahora le roba a las personas un tiempo precioso para sí mismas, un tiempo que nunca regresa. El teléfono vacía nuestras vidas de todo lo más preciado: el tiempo. Tiempo de calidad con los seres queridos, tiempo que debemos usar para aprender, para crecer como seres humanos dotados…

    Hubo un tiempo en que los libros, prohibidos por el sistema comunista, conseguían engañar al sistema y llegar a la gente, que los leía con avidez. Ahora que todos los libros están permitidos y el acceso es tan fácil, preferimos prestar atención a nuestros teléfonos en lugar de leer. Tal vez esta sea una de las paradojas del hombre moderno: prohibirle algo y hará cualquier cosa por conseguirlo, darle libre acceso y perderá interés.

    En un mundo que lee cada vez menos, los rumanos se encuentran entre los que leen bastante. A pesar de que las cifras de ventas de libros alcanzaron los 6 millones de euros el año pasado, una cifra que puede parecer alta, comparativamente, en Alemania se vendieron libros por 9000 millones de euros. Además, comprar un libro no significa que lo leas, pero al menos muestra un interés en leer. En Rumanía, quienes leen, leen mucho y constantemente, y los que no… no leen nada. ¡Hay personas que pueden vivir bien sin siquiera leer una línea!

    Alina Ilioi Mureșan, Relaciones Públicas de Bookzone, la editorial que puede presumir de despertar el interés de muchos rumanos ávidos de lectura, nos cuenta que los rumanos compran, sin embargo, muchos libros:

    «El mercado del libro en Rumanía está en constante crecimiento y los géneros leídos por los rumanos son cada vez más diversos. Por supuesto, estoy muy contenta de ver a los rumanos que piden libros, que leen grabados y están fascinados de tener su propia biblioteca. Creo que el año pasado fue un año muy bueno, desde todos los puntos de vista, en términos de número de ventas, pero también en términos de plan editorial. Los rumanos leen mucho sobre desarrollo personal y libros sobre cómo mejorar su vida, desde todos los puntos de vista. Están interesados en la salud del cerebro, la alimentación saludable, el equilibrio emocional y mental. Los libros de geopolítica también tienen una gran demanda, dado el contexto y los tiempos en los que vivimos. Los menos  vendidos, al menos desde nuestro punto de vista, fueron los libros de fantasía comprados, aunque Cuando florecen los limones fue un gran éxito. En general, sin embargo, los rumanos ya no están tan interesados en la ficción. Al menos, no nuestros lectores».

    Parece, sin embargo, que la preferencia por ciertos géneros difiere claramente de una generación a otra: la Generación Silenciosa (los nacidos entre 1928 y 1945) prefiere la literatura clásica, los Baby Boomers (los nacidos entre 1946 y 1964) eligen las novelas policíaca y de suspense, la Generación X (1965-1980) prefiere los clásicos contemporáneos, las biografías, pero también la literatura de ciencia ficción (es, por cierto,  la generación que más lee y la más diversa), la Generación Y o Millennials (1981 – 1996) prefieren la literatura contemporánea, la Generación Z (1997 – 2012) prefiere la fantasía, el desarrollo personal y el emprendimiento.

    En cuanto al interés por la lectura, Alina Ilioi Mureșan cree que está creciendo, si nos fijamos en las ventas de libros:

    «El mercado del libro de este año está en constante crecimiento. No obstante, es difícil de predecir. Por experiencia, hemos visto que muchas veces nos pueden tomar por sorpresa ciertas situaciones».

    Sin embargo, si nos fijamos en las cifras, parece que los rumanos no están entre los últimos en tener en sus manos un libro. ¿No estamos tan atrasados en la lectura? Alina Ilioi Mureșan nos da razones para ser optimistas:

    «No creo. Me es imposible creerlo, porque veo a diario la cantidad de pedidos de libros que hacen los rumanos y no considero que sean los que menos leen en Europa. Ciertamente, los rumanos piden libros para leer, no para acumular el polvo sobre ellos. Sin embargo, es una inversión financiera y un esfuerzo que hacen. Sí, los rumanos leen y leen mucho».

    Versión en español: Mihaela Stoian